Data Control Wars en Donostia

Estamos en 2024. El mundo parece el mismo que en 2023 pero se agitan en él poderosas fuerzas disruptivas que pueden transformar la situación rápidamente, como sucedió en 2020. Leamos, por ejemplo, lo que nos dicen las cartas de megatendencias de SITRA, la agencia finlandesa de innovación, que adaptamos en el proyecto Gipuzkoa irudikatuz 2030:

EL CLIMA SE CALIENTA: El clima sigue calentándose, pero la gravedad de los impactos dependerá de las medidas que tomemos ahora. Al ritmo actual, el clima se calentará unos 3°C este siglo. Ese ritmo de cambio climático provocaría cambios irreversibles y causaría una reacción en cadena incontrolable. Es necesaria una política climática más firme y una actuación más decidida para reducir las emisiones y limitar el calentamiento del clima a 1,5°C.

AUMENTO DE LA MIGRACIÓN MUNDIAL: Las migraciones mundiales aumentan debido a los cambios en los medios de subsistencia, la urbanización, las guerras y los cambios medioambientales. El calentamiento del clima está haciendo inhabitables algunas regiones. La inmigración en Gipuzkoa también está aumentando, lo que hace más importante la integración de los inmigrantes.

EL PAPEL DE LAS RELIGIONES Y LAS IDEOLOGÍAS EN LA SOCIEDAD ES CADA VEZ MAYOR: La importancia de las religiones está creciendo en todo el mundo y el papel de la religión en la toma de decisiones políticas se ha reforzado. Ejemplos de ello son la restricción del derecho al aborto por motivos religiosos y el éxito de los partidos políticos con afiliación religiosa en las elecciones de distintos países. Junto a las religiones tradicionales, están surgiendo nuevas ideologías como el posthumanismo.

UNA COMPRENSIÓN MÁS VARIADA DE LAS DISTINTAS FORMAS DE CAPITAL: Además de los flujos de recursos e ingresos de la economía, cada vez se presta más atención al capital natural, vital para el funcionamiento de la economía y que incluye los recursos naturales y la calidad del medio ambiente, y al capital social, como las competencias y la confianza social. Al mismo tiempo, la pandemia, la crisis energética y la crisis ecológica han puesto bajo un nuevo escrutinio el papel de las finanzas y la deuda en la economía.

AUMENTA LA RECOGIDA DE DATOS: Cada vez se recopilan más datos en distintos entornos: en las ciudades, en la industria, en los hogares y de las personas a través de dispositivos inteligentes. Los gemelos digitales creados a partir de los datos recogidos, como las simulaciones de equipos industriales, son cada vez más habituales y facilitan la prestación de servicios de mantenimiento y la eficiencia de la producción. A medida que aumenta la cantidad de datos, aumenta la importancia de la interpretación y la aceptabilidad de la recogida de datos: ¿qué información nos dicen realmente los datos y cómo pueden utilizarse de forma responsable? ¿A quién pertenecen los datos y quién tiene acceso a ellos?

Para responder esa última pregunta en el contexto dibujado por las megatendencias, el 7 de mayo ocho alumnas/os del campus de Gipuzkoa jugaron una partida de Data Control Wars (Belsunces et al. 2020) facilitada por Antonio Casado da Rocha. Nos hemos inspirado en anteriores versiones de este juego experimental realizadas en varios lugares (la última que conocemos, en Bilbao) y desde el equipo (Olaia Urrutia Salazar, Laura López Zabrano, Marcelo Mellado Bustamante, Adrián Cirilo Álvarez, Julene Pozo Calvo, Luken Carbayeda, Iker Hernández y J.S.), queremos expresar nuestro agradecimiento a todas las personas que han formado parte de su proceso de diseño.

Data Control Wars es un dispositivo de investigación-acción mediante el juego, el conflicto generativo y la ficción colaborativa, y en esta versión lo utilizamos y adaptamos para abordar la pregunta sobre cómo será el conocimiento tecnocientífico a mediados del x. XXI. Para ello, cada estudiante se hizo cargo de la redacción colaborativa de alguno de los elementos del juego. Por ejemplo, la descripción de las 4 bandas, o las 4 guías estratégicas, o las tácticas disponibles. La partida en sí nos llevó 4 horas, especulando e interactuando sobre escenarios desde 2025 a 2060.

Tras la experiencia, la evaluación ha sido muy positiva y esperamos volver a jugar pronto. Una de las líneas de reflexión conjunta (y de trabajo futuro) consiste en cómo evitar que los eventos disruptivos no eliminen agencialidad. Durante el juego, el Crupier del Futuro debe evitar que “un golpe del destino haga lo que nosotros deberíamos hacer”, si no queremos provocar que

“la expectativa de que una catástrofe natural produzca automáticamente lo que debería haber sido en todo caso el resultado de una acción social”.

Daniel Innerarity, La libertad democrática, p. 198

También se puso de relieve la necesidad de aplicar, ampliar y acotar el principio de realidad para argumentar la accionabilidad y factibilidad de nuestras propuestas, siendo conscientes de sus límites. Liberar a la imaginación de su captura bajo el paradigma de lo ilimitado para, como dice Marina Garcés,

“volver a imaginar el mundo, el tiempo y el saber como algo que sólo existe si lo compartimos desde sus límites posibles”.

«Desobedecer el apocalipsis», p. 62.